El
cierre de esta edición de Caminopropio
fue sorprendido por la noticia del reposo por prescripción médica
de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, primero, y por la
necesidad de una intervención quirúrgica, inmediatamente después.
El
alejamiento momentáneo de la presidenta, en medio de una campaña
electoral sumamente reñida, ha tensado el odio y la revancha de los
sectores concentrados de la economía -el monopolio mediático, los
agentes del capital financiero internacional, la nueva oligarquía
sojera- que se atreven a las más crueles e inhumanas afirmaciones y
deseos.
Una
política internacional soberana
El
23 de septiembre la presidenta Cristina pronunció en la 68°
Asamblea General de las Naciones Unidas un memorable discurso. En uno
de sus párrafos sostuvo: “Esta
es una ONU entre los buitres de la deuda y los halcones de la guerra,
es peor que la película Los Pájaros de Hitchcock, quien, por lo
menos, era un buen director”.
Los fondos buitres, en efecto, se han convertido, con la complicidad
de la prensa monopolizada, en una amenaza a todo la arquitectura
financiera con que Néstor Kirchner, primero, y Cristina, después,
reiniciaron el camino de la industrialización, la inclusión social,
el crecimiento del mercado interno, la inversión estratégica en
educación, salud, investigación y conocimiento científicos, la
reducción drástica de la desocupación, la vigencia de las
convenciones colectivas de trabajo, en suma, la recuperación del
programa nacional y popular que caracterizó los mejores años del
peronismo, en las condiciones de un país desvastado por treinta años
de hegemonía neoliberal, bajo forma dictatorial o seudodemocrática.
La
presidenta argentina reiteró la posición tercerista que ha sido
tradicional en la política internacional del movimiento popular
argentino y bregó por la reforma del Consejo de Seguridad, al que
calificó como “antifuncional
y obsoleto no solamente frente a la cuestión Siria, sino también
ante otros frentes contra la paz y contra la seguridad en el
mundo”.Crítico
el derecho a veto de las grandes potencias surgidas de la Segunda
Guerra Mundial y reclamó un sistema de consenso como el “que
tenemos en los organismos regionales de América, como el UNASUR,
como la CELAC, como el Mercosur, donde las decisiones se toman por
consenso”. Y
agradeció al Papa Francisco “la
intervención fundamental que tuvo en la cuestión siria”.
La
Batalla Cultural
Unos
días antes, la presidenta había inaugurado la Casa de la Cultura en
la Villa 21-24 de Barracas como sede de la Secretaría de Cultura de
la Nación. La emoción y la fiesta con que la presidenta fue
recibida en el barrio expresaba el reconocimiento a un cambio de
paradigma cultural que toma al pueblo, al más profundo y explotado,
al más postergado, como sujeto creador y centro de la política
cultural del gobierno. Se trata de una política inclusiva en alto
grado, porque no sólo implica el reconocimiento igualitario que a
todos los ciudadanos les debe el Estado, sino que además le asigna
un papel protagónico a su creación comunitaria, a las profundas
corrientes espirituales que cruzan el alma de las multitudes, a su
identidad latinoamericana, a sus necesidades y deseos. El papel
decisivo que han jugado el Secretario de Cultura de la Nación, Jorge
Coscia, como nuestro compañero Víctor Ramos en el cumplimiento de
esta voluntad presidencial obtuvo, también en aquella jornada, un
cálido reconocimiento de parte de ese pueblo trabajador que vive en
la Villa.
Argentina
Satelital
Días
después, a su regreso de Nueva York, la presidenta pudo celebrar el
ingreso de la Argentina al grupo de siete países que desarrollan
satélites. Los logros alcanzados por la empresa estatal INVAP,
salvada casi por milagro del desmantelamiento neoliberal, y por la
permanente inversión del estado en el desarrollo tecnológico, han
puesto a nuestro país, a tan sólo doce años de la implosión del
2001, en el segundo lugar en el continente americano, después de los
EE.UU., en condiciones de construir satélites.
Este
es el país en el que hoy vivimos los argentinos, sin necesidad de
escapar a otros rumbos, con una juventud que estudia y que está
recuperando puestos de trabajo, salarios y mejores condiciones
laborales.
Pero
no son solo los fondos buitres las únicas aves de rapiña que
sobrevuelan sobre el cuerpo sano y fuerte de la Argentina.
Los
negros pájaros de la restauración oligárquica
Ni
bien conocida la noticia de la afección presidencial, bandadas de
aves carroñeras con espacios en los grandes diarios, en los canales
de televisión, en las radios y hasta en las redes sociales salieron
a alimentarse de lo único que les interesa: un país vencido,
empobrecido, sin voluntad ni futuro.
Este
mes en el que Cristina se recupere de su operación serán 30 días
“de
sonido y de furia, como el discurso de un idiota”,
según la rotunda expresión de Shakespeare.
El
pueblo acompañará, como lo ha hecho siempre, con sus oraciones y su
voluntad , el reposo presidencial y estará atento a todas las
maniobras destituyentes y golpistas que surgirán del seno de un
establishment que no se resigna a perder sus privilegios.
El
vicepresidente Amado Boudou, tan distinto en su lealtad, al miserable
de Julio Cobos, sabrá cumplir con patriotismo la tarea que le ha
impuesto la historia. Respaldar y sostener su breve interinato será
el deber de quienes hemos confiado en Cristina Fernández de Kirchner
para continuar la tarea iniciada en el 2003. No habrá calumnia e
injuria que se ahorren para desprestigiarlo y socavar, no su poder,
sino el de la voluntad popular expresada en las elecciones del 2009.
El 54% de los argentinos los elegimos por cuatro años para cumplir
el programa que hoy estamos desplegando.
Los
oscuros deseos de una oposición antinacional y antipopular, la
barbarie impía de los que escriben comentarios en Clarín o La
Nación tendrán que masticar, nuevamente, su derrota.
Y
todos nosotros acompañaremos durante esta singular campaña
electoral a una presidenta que se ha ganado el corazón de su pueblo
y a la que le quedan dos años para conducir a la República por el
camino de la soberanía política, la independencia económica y la
justicia social.
Todos
sabemos lo que tenemos que hacer en las elecciones de octubre: tapar
con votos nacionales y populares el sonido y la furia oligárquicas.
.
7 de octubre de 2013
mUY BUENO jULIO LO COMPARTO EN SU TOTALIDAD. HLVS
ResponderBorrarJULIO ME LO LLEVO, MENCIONANDO AUTOR Y FUENTE. ABRAZO
ResponderBorrar