31 de agosto de 2008

La industria argentina en Venezuela y el presidente Chávez como historiador colectivo

El Aló Presidente del 31 de agosto de 2008 
La industria argentina en Venezuela y el presidente Chávez como historiador colectivo 

 El programa Aló Presidente de este domingo es fuente de un par de reflexiones políticas. Aquella Argentina de los talleres y las industrias
En primer lugar, para un argentino, como quien esto escribe, la presencia de una importante representación de empresarios y técnicos argentinos no puede pasar desapercibida. Pequeños y medianos empresarios de distintas provincias de Argentina, con el apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y su presidente Enrique Martínez y de la embajadora argentina en Caracas, Alicia Castro, han traído su conocimiento, su experiencia y su tecnología para contribuir al esfuerzo productivo puesto en marcha por la Revolución Bolivariana. En diversos puntos de Venezuela fueron inaugurados simultáneamente importantes emprendimientos industriales en alianza con organismos nacionales, estaduales y organizaciones sociales.
Era emocionante ver a estos, por lo común, adustos hombres de empresa, talleristas pequeños y medianos que constituyen el núcleo central de la sobrevivencia de la industria argentina durante el huracán antinacional de los últimos treinta años, conversando, frente a las cámaras, con el presidente Hugo Chávez, el feroz tirano populista que en Buenos Aires describen La Nación y Ámbito Financiero. Estos productores industriales argentinos, hombres de trabajo diario, cuya vivienda suele quedar al lado mismo o muy cerca de la fábrica, no manifestaban desconfianza al “socialismo del siglo XXI” que postula Chávez, no parecían temer a la “demagogia populista” que desalienta a la producción, como afirman los titulares de toda la prensa canalla del continente. Tampoco traslucían una especial sospecha hacia un gobierno que acaba de nacionalizar a otra empresa sedicentemente argentina, SIDOR, el gran monopolio siderúrgico de la familia ítalo-argentina Rocca.
Uno de ellos, un típico argentino de clase media, de asadito los domingos, con la gran mesa familiar de hijos, hijas, yernos y nueras, nietos y nietas, de fútbol con los amigos, de reunión semanal en el Rotary Club del pueblo, no sólo expresó ante las cámaras de Venezolana de Televisión la decisión de su empresa fabricante de motores industriales de sumarse al esfuerzo productivo de Venezuela, sino también manifestó la voluntad de incluir socialmente a sus trabajadores, de contribuir a su desarrollo personal y familiar. Había eco en las palabras del empresario argentino –lo supiera o no el amigo industrial- de aquella utopía peronista de la grandeza de la nación y el bienestar del pueblo. Sus palabras sonaban creíbles porque eso fue posible en la Argentina durante muchos años maravillosos, y hoy son posibles en el proyecto que lidera el presidente Chávez.
Esto es lo que los argentinos, lo que queda de aquella Argentina que fue orgullo y admiración del continente por su desarrollo industrial, su justicia social y su gran creatividad técnica y tecnológica, puede aportar no sólo a Venezuela sino al conjunto de Suramérica. Chávez lo sabe y no pierde oportunidad para explicárselo a sus conciudadanos. También -y afortunadamente, podemos agregar- lo saben la presidenta Cristina y su gran embajadora en esta tierra, la antigua y siempre bella dirigente sindical de las aeromozas, Alicia Castro. También lo sabe el imperialismo y es por eso que su principal objetivo es desarticular la alianza estratégica bolivariana y sanmartiniana que han sostenido los últimos dos presidentes argentinos, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. En realidad y tal como lo afirmo Hugo Chávez, el abrazo de Guayaquil entre los dos Libertadores, que tuvo que ser una despedida por la traición de Buenos Aires a la causa suramericana, hoy es reencuentro inseparable en esta integración económica, política y empresarial de la que hemos sido testigos en el Aló Presidente de hoy.
Chávez y la génesis histórica de los venezolanos
La otra reflexión viene a cuento de uno de los últimos fragmentos del programa. A raíz de una sucesión de recuerdos personales, Hugo Chávez, en una admirable lección de historia viva y de conciencia histórica, desplegó ante sus oyentes la historia venezolana de la segunda mitad del siglo XIX, la que sobrevino, como dijo, “al fracaso del proyecto de Bolívar”.
Del recuerdo de un lejano ancestro, el soldado de Zamora Pedro Pérez Pérez, relató, al modo de Faulkner o de su discípulo García Márquez, ciento cincuenta años de soledad, de levantamientos a caballo, de caudillos regionales que con sesenta jinetes derrocaban presidentes galopando machete en mano desde la sabana barinesa hasta la lejana y ajena Caracas. Explicó, en un país en el que el gobierno de Rafael Caldera derogó la enseñanza de la historia en las escuelas, la naturaleza histórica y social del gobierno de Cipriano Castro con el que Venezuela entró al siglo XX. Recordó el bloqueo a que fue sometido el país por parte de las potencias europeas a raíz de la política nacional defensiva de Cipriano Castro. Fue ese bloqueo al que el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Luis María Drago, repudió con la llamada doctrina Drago
[1]. Ofreció en pocas y precisas palabras el sentido de su derrocamiento y de la conspiración de Juan Vicente Gómez, coincidente con la aparición de los dos personajes que, como el Gog y Magog bíblicos, han caracterizado a la Venezuela del siglo XX: el petróleo y los Estados Unidos.
El escapulario que llevaba en su cuello, le permitió a Chávez ilustrar a sus compatriotas sobre un período heroico de las luchas civiles, para terminar con un final de película. El hijo de Pedro Pérez Pérez, derrotado y aprisionado por el tirano, al ser envenenado en prisión se arranca el escapulario y lo arroja contra la pared gritando: ¡“Maisanta, pudo más Gómez!
Con este prodigioso relato -“hijo de la sabana, de sus historias y sus misterios”, dijo Chávez- lo que hizo el presidente fue establecer en su persona, y en la de millones de sus compatriotas sin nombre, cuyos antepasados regaron el suelo llanero con su sangre humilde, el nexo, la vinculación histórica que su movimiento expresa y representa. Contra lo que la ciega y torpe oposición venezolana –tan torpe y tan ciega como la argentina- cree o simula creer, Chávez es en su política la expresión en las condiciones del siglo XXI de la larga marcha de nuestros pueblos hacia la autoconciencia, la independencia, la unidad y la justicia.
Por eso somos, todos nosotros, invencibles.
Caracas, 31 de agosto de 2008.
© (2008) Julio Fernández Baraibar Todos los derechos reservados Para reproducir citar la fuente.
[1] Luis María Drago (1859-1921). Ministro de Relaciones Exteriores de Julio Argentino Roca. Frente al bloqueo naval a Venezuela, impuesto por Gran Bretaña, Alemania e Italia a fines de 1902, por la moratoria unilateral de su deuda declarada por Cipriano Castro, presentó, en defensa de Venezuela, la llamada Doctrina Drago, que establece que ningún poder extranjero puede utilizar la fuerza contra una nación americana para cobrar una deuda. Se inspira en el pensamiento del diplomático y jurista uruguayo-argentino Carlos Calvo y es la respuesta suramericana a la Doctrina Monroe, sostenida por los EE.UU.

11 de agosto de 2008

La Tentación de la identidad alana

La Tentación de la identidad alana
(fragmento de The Politics of a Name: Between Consolidation and Separation in the Northern Caucasus, por Victor Shnirelman. Publicado en inglés en Acta Slavica Iaponica, Tomus 23, pp. 37-73 del Centro de Investigaciones Eslavas de la Universidad de Hokkaido, Japón
.
Traducción al español de Julio Fernández Baraibar)
Osetia y los osetos reciben su nombre de los rusos, que usaron el término georgiano “oseti” para designar a los habitantes de lengua irania de la parte central del Cáucaso. El término se hizo popular y fue aceptado por los propios osetos ya antes de que fueran integrados al Imperio Ruso. Al mismo tiempo los osetos mantuvieron su división interna en unos pocos subgrupos con sus propios nombres en oseto. En Norosetia son los “Irons” en el este y los “Digors” en el oeste. Sin embargo, los osetos carecían de un nombre incluyente para todos ellos en su propio idioma, y por un largo período se sintieron cómodos con el nombre dado por los georgianos y los rusos. Esta práctica fue puesta en cuestión por el nuevo nacionalismo oseto. Ya a fines de la década de 1980, algunos intelectuales osetos sugirieron que el nombre extranjero “Osetia” podría ser reemplazado por el nombre oseta “Iryston”. Para estar seguros, Osetia es llamada Iryston en oseto, pero el punto era cómo sería llamada en documentos oficiales rusos, así como en Rusia y en el extranjero. Sin embargo, los “digors” que sumaban alrededor de un quinto de toda la población oseta, vieron en esta sugerencia una amenaza a sus derechos. Por cierto, para los osetos el nombre de Iryston está estrechamente asociado con la “tierra de los Irs o Irons”, lo que ignora completamente a “Digoria” como una región particularizada. El lenguaje literario oseto se formó bajo las bases del dialecto iron y, en los tiempos prerrevolucionarios, Osetia fue considerada como un puesto fronterizo de la cristiandad ortodoxa en el norte del Cáucaso. Esto no satisfacía a los “digors” puesto que, en el pasado, había muchos musulmanes entre ellos. A principios de la década de 1990 intelectuales digor establecieron una asociación política pública, “Iraf”[1] que exigió que el dialecto digor fuera reconocido como una lengua distinta y se le concediera status estatal de la misma manera que a los “iron”. Bajo esta presión se introdujo la enseñanza en digor en las escuelas y comenzó a editarse una revista y un diario en este idioma[2]. A resultas de ello, en 1992 los norosetianos fueron desconcertados por el tema de si eran un mismo pueblo o dos pueblos diferentes: los irons y los digors[3]
Inicialmente, el líder de Iraf, el escritor V. Mality, estaba convencido que el reconocimiento de status oficial a ambas lenguas literarias osetas no significaría el quiebre de la nación[4]. Sin embargo, habiendo encontrado una dura respuesta de parte de los intelectuales irons, los digors viraron hacia el radicalismo[5]. Los digors se entusiasmaron con las ideas del filólogo de Leningrado G.F. Turchaninov, que sostenía haber “descifrado” las inscripciones “primitivas osetas”, probando que habían sido escritas en el dialecto digor[6]. De ello, los digors sostenían que su idioma era el verdadero “lenguaje Alano en su forma pura”, y amenazaron con “una lucha del pueblo digor por sus derechos” si las autoridades no les hacían concesiones[7]. Todo esto hizo que los intelectuales osetos buscasen febrilmente por un nuevo nombre étnico que los incluyera. Algunos propusieron nombres como Osag u Osiag; otros postularon restaurar el viejo y famoso nombre de alanos[8].
Los alanos eran una alianza de las tribus sármatas que llegaron al Cáucaso Norte en el amanecer de la era cristiana. Ocuparon la mayor parte de su territorio, sojuzgaron a los nativos y establecieron su propio estado en el siglo X. El estado alano fue el primero y el único establecimiento político nativo en el norte del Cáucaso antes de la invasión mongol. Así la identidad alana proveyó con el prestigio simbólico de ser simultáneamente portadores de una cultura superior y “civilizadores”.
Por lo tanto, fue una tentación para los osetos identificarse ellos mismos con los descendientes de los alanos y mucho más cuando los alanos también hablaban una lengua irania. El conocido filólogo oseta, presidente de la Asociación de Académicos de Norosetia, T.A Guriev, fue el principal abogado de esta idea. Insistía en que los osetas aceptarían el nombre de alanos como su propia designación y renombrarían Norosetia como Alania del Norte. Mientras enfatizaban la singularidad de la historia oseta, remarcaban que la cultura, el folklore y el idioma osetos mantenían muchos elementos de la herencia escita, que los escitas establecieron su temprano reino en el Este de Europa y influyeron fuertemente en los pueblos europeos en general, y que la lengua oseta esta relacionada con uno de los himnos de Zind-Avesta
[9]. Mientras que en 1989 Guriev se limitaba sólo a una referencia a la herencia escita, en la primavera de 1991 comenzó a hablar del “origen ario” de los osetos. Protestó el hecho de que los nazis alemanes habían desprestigiado el término “arios” y recordó la maravillosa época del siglo XIX y principios del XX, cuando este término era muy popular entre los filólogos. Añadía que el término todavía era usado en la India sin una connotación negativa[10]. Después de puntualizar que tanto el término “alano” e “iron” derivaban de “arya”, Guriev recordó que el nombre de los famosos alanos era conocido a lo largo de vastos territorios entre China, Mongolia y la Europa Oriental ya en la baja Edad Media. Al mismo tiempo se negaba a reconocer el reclamo de los karachis y los balkares de tener para ellos mismos el nombre de alanos[11]. Argumentaba que el término era el nombre más inclusivo que permitiría unir a los osetas[12].
Un historiador oseta F. Kh. Gutnov compartía esta idea. Reclamaba que el “pueblo alano” (narodnost’) se había finalmente unificado entre el siglo VIIIy X e identificaba a los alanos con los osetos sin ninguna reserva. Para él, “nuestros ancestros se constituyeron como pueblo con el estado alano”, y veía esto como un fuerte arguemento a favor de reemplazar el nombre de osetos por el de alanos
[13]. El nombre de Alania fue también sostenido por el digor A.A.Ramanov, el dirigente de la “Unión por el renacimiento nacional de Alania” y miembro de la dirección de la “Iraf”. Sostenía un status similar para el idioma digor y, en referencia a los descubrimientos de Turchaninov, sostenía que el idioma digor ya era usado por escrito hace 2.500 años. A fines de 1990, el diario “Sotsialisticheskaia Osetiia” sugería que se debía erigir un monumento a los Alanos en la plaza de la Libertad en Vladikavkaz[14].
Una discusión de la idea nacional se transformó en un asunto candente después de la “Declaración de la soberanía estatal” que se adoptó en Norosetia en 1990. Desde entonces, los medios republicanos proveen regularmente un generoso espacio a la discusión del reemplazo del nombre étnico. Tanto académicos prominentes como amateurs toman parte en esto
[15]. Una Asociación de Académicos de la República Noroseta, la Asociación “Ir”de la creativa y académica inteligencia de Norosetia, así como el Primer Congreso Extraordinario de los Jóvenes Patriotas de Osetia sostienen el reemplazo del nombre[16].
La discusión se hizo aún más interesante después que la guerra oseto-georgiana de principios de 1991 produjera el arribo de decenas de miles de refugiados desde Surosetia. En esta época, ciertos intelectuales osetas consideraban especialmente “inapropiado” continuar usando el término “osetas” de origen georgiano
[17]. Desde entonces, los argumentos de aquellos que puntualizaban que el termino “osetos” había derivado del georgiano “os” (“Oseti” significa “la tierra de los Os” en georgiano), la cual se basaba en una vieja autodesignación de los alanos como “as”[18], perdieron persuasión.
Esto es por qué, para evitar un “vergonzoso” nombre étnico, dado por los “sangrientos enemigos”, el término “alano/alono” comenzó a ser usado para designar a los osetos, en los ’90, aunque era muy raramente usado con anterioridad y nunca sirvió como una designación inclusiva
[19]. Par mayor seguridad, algunos universitarios osetos hicieron todos los esfuerzos para refutar cualquier conexión entre los términos “as/os” con el legado georgiano e insistieron en que los osetos lo habían recibido directamente de sus remotos ancestros[20].
En la primavera de 1991 las relaciones oseto-ingushis se agravaron y tuvo lugar un enfrentamiento armado en la aldea de Kurtat, el 19 de abril. Las autoridades declararon el estado de emergencia por un mes y la discusión sobre el nombre étnico declinó en el diario “Sotsialisticheskaia Osetiia”. No obstante el término “Alania” se hizo popular en la vida cotidiana oseta a través de los nombre de varias empresas, una empresa de TV, una editorial, un equipo de fútbol y otras [21]. Después de 1989 aparecieron en Osetia numerosas cooperativas alimentarias. En setiembre de 1991, se estableció en Vladikavkz una “Unión para el renacimiento nacional de Alania” orientada por los comunistas, que publicaba su propio periódico “Ælantæ” a partir de 1994. Desde 1992, una compañía de baile folklórico, de Vladikavkaz, “Amazonas”, comenzó a dar funcines públicas y se abrió, la misma ciudad, en 2000, un supermercado “Alano”. Se fundó una organización patriótica paramilitar, la “Tropa Cosaca Alana” en Norosetia y en los negocios de Osetia comenzó a venderse un agua mineral local de nombre “Alania”. Incluso la Fundación para el apoyo de los refugiados osetas de Georgia, creada en octubre de 1991, recibió este nombre para enfatizar una vez más la unidad Oseta[22]. Se puso de moda entre los osetas llamar a sus niños con el nombre de conocidos personajes de la historia alana y de la épica Nart, como Alan, Soplan, Azamat, Scyth, Sarmat (para niños) y Alana, Olana, Zarina (para niñas)[23]. La idea de que los osetas cambiaran su nombre étnico encontró un bien fundado criticismo en el prominente arqueólogo V. A. Kuznetsov. Por ese tiempo, habiendo sido elegido un diputado popular de Norosetia al Soviet Supremo de la URSS, se alarmó por la politicación de la cuestión alana. Teniendo en mente la intensa discusión de los términos “migrante” y “habitante indígena” sugirió que los osetos enfatizaran mejor sus raíces caucásicas locales en lugar de referirse a los recién llegados alanos. En este punto, consideraba muy importante extenderse al gran papel jugado por el substrato caucasiano en su formación. Al mismo tiempo argumentaba que el término “alanos” nunca había servido como una autodesignación, sino que fue invariablemente usado tanto por vecinos como extranjeros como un nombre inclusivo de todas las tribus de idioma iranio en el Bajo Medioevo[24]. No obstante, la élite oseta pensaba de distinta manera. Por primera vez, la pasión de las autoridades osetas por el legado alano fue expresada oficialmente el 2 de octubre de 1991, en una sesión en la que el Soviet Supremo de Norosetia adoptó unánimente una nueva bandera blanca, roja y amarilla. Sus tres colores supuestamente simbolizaban la tradicional división social alana en tres castas (los sacerdotes, los guerreros y los plebeyos) como si los osetos heredasen esta característica de escitas y sármatas[25]. En un discurso pronunciado en esta sesión, un diputado titular del Soviet de Ministros E.K. Kargiev, interpretó este hecho como una rehabilitación de la consigna alana. Así los diputados demostraron claramente su interés en el simbolismo alano[26]. En la quinta reunión de la 18º sesión del Soviet Supremo de Norosetia, realizado el 10 de noviembre de 1992, en el medio de la tensión del conflicto oseto-ingushi, el presidente del Soviet Supremo de Norosetia, Aksarbek Galazov, mencionó los lugares alanos de la temprana Edad Media en el distrito de Prigorodnyi e identificó a los alanos con los antiguos osetas para legitimar los reclamos territoriales osetas[27]. En su discurs en la reunión de homenaje dedicada al 220º aniversario de la unión de Osetia con el imperio ruso y el 210º Aniversario de Vladikavkaz, celebrado el 14 de octubre de 1994, Galazov recalcó una vez más que “Osetia era un antiguo país, un heredero de la civilización escito-sármata”[28]. Un asesor de Galazov, el filósofo A.K. Hachirov (Hachirty) compartió este punto de vista no haciendo distinción alguna entre los términos “alanos” y “asetos u osetos”[29]. Las declaraciones políticas osetas de principios de los ’90 se refieren a veces a la herencia del “mundo escito-sármato-alano”[30]. A partir de 1991, varias organizaciones y movimientos osetas, incluyendo el Segundo Congreso del pueblo oseta, celebrado el 21 y 22 de mayo de 1993, exigieron que Norosetia y Surosetia se unirían en un solo estado[31]. El “concepto de la integración social, económica y cultural de la República Soviética de Norosetia y la República de Surosetia” fue tratado por el Comité Supraparlamentario de Norosetia y Surosetia a principios de 1993[32]. Cuando fue nominado a candidato para la primera elección presidencial en Norosetia, en enero de 1994, Galazov llamó al “establecimiento de una república democrática unida sobre la base de dos repúblicas” la “idea nacional oseta”[33]. En las elecciones parlamentarias de la primavera de 1995 muchos candidatos incluyeron también en sus programas una demanda por la unificación política oseta[34].
La discusión sobre el nombre de la República continuó con mayor intensidad en 1994 cuando se planteó un proyecto para una nueva constitución [35]. Una vez más tomó la iniciativa Gurive y dio varias entrevistas en la televisión con un llamado a “volver al histórico nombre de alanos para el pueblo oseta”. Argumentaba que la república debería llamarse Noralania o Alania del Norte y el idioma alano[36]. No mucho antes de que se aprobase la constitución, esta demanda fue expresada en la “Declaración de la inteligencia creativa y académica de Norosetia”, firmada por 21 osetos muy conocidos dirigidos por Guriev[37]. Los abogados del reemplazo del nombre dieron las siguientes argumentaciones. Primero, habiendo actualizado su status político en la Federación Rusa, la ahora república soberana exigía una nueva ideología nacional. Segundo, sólo una nuevo e inclusivo nombre pacificaría a los digors, que identificara a los “osetas” con los irons. Tercero, porque los conflictos oseto-georgiano y oseto-ingushi permanecían irresuelto, había que fortalecer la unidad nacional. Cuarto, los vecinos karachis y balkares comenzaba a reclamar abiertamente el nombre de alanos y los osetas estaban preocupados de que este desarrollo pusiera en cuestión su propio derecho al legado histórico, que no era tan sólo simbólico, sino también territorial. Quinto, en la primavera de 1994, los ingushis declararon que su nueva capital sería llamada Maghas, en recuerdo del nombre de la histórica capital alana[38]. Para los osetas la alarma comenzó a sonar. Con respecto al conflico oseta-ingushi, los osetas se sientieron particularmente alarmados con una posible revisión de los límites basados en la antigua URSS de la republica. Por esto un autor oseta argumentaba que “…el pasado compartido de los ancestros osetas e ingushis es una base insuficiente para que los ingushis se apropien abiertamente del nombre de los una vez poderosos alanos”[39]. Todo esto fue considerado por el Comité Constitucional[40] y luego por el Soviet Supremo de la República de Norosetia. A resultas de ellos el nombre de “Alania” fue oficialmente agregado al título de la república y su simbolismo estatal fue finalmente aprobado en noviembre de 1994[41]. Esto incluía un emblema con la de imagen del leopardo blanco dorado alano frente a las montañas de plata. (fig. 1)[42]. Pese a que el presidente del Comité de la Ley, la Justicia y la Seguridad Pública del Soviet Supremo de Norosetia, S.M. Kesaev, adviritó que el cambio de nombre no resolvería la cuestión de los digor sin la implementación de una ley especial de idioma. Además, recordó que Alania fue un imperio medieval y los osetas contemporáneos estaban planeando construir una república democrática. Por ello, percibía el nombre de Alania sólo como un símbolo de la riqueza de la temprana historia oseta y no como un punto de referencia de ningún reclamo político o territorial[43]. Un historiador oseto se mostró de acuerdo con esto y enfáticamente protestó contra el reemplazo de nombre: “¿Debemos realmente concebirnos a nosotros mismos (todos nosotros, los osetos, balkares, karachais e ingushis) como los alanos puros con la imagen del Homo sapiens –zares de la naturaleza, guerreros, hábiles arqueros y escuderos adorando la espada, el Dios de la Guerra, ciento por ciento herederos arios con ‘ojos azules’, ‘hermosos cabellos’ y largas cabezas?”[44]
Al mismo tiempo, la intervención del artista popular noroseta, Zaur-Bek Aboev, demostró que al menos algunos intelectuales osetas veían el legado escita-alano principalmente en términos morales. Este artista llamó a escuchar atentamente las voces de sabiduría de sus remotos antecesores y seguir su sendero moral. En particular, llamó internacionalismo el “fenómeno oseta” heredado del los ancestros escitas-alanos[45]. Desde este punto de vista, un nombre étnico por sí mismo no era bajo ningún concepto el punto crucial del discurso. Los oponentes al cambio de nombre, como el historiador oseta K.G. Sozaev, coincidían. Este sostuvo que “…nuestro nombre étnico Ash, Asu, Oseta es nuestra cara nacional, la cual incluye no meramente personas con un hermoso cabello u ojos brillantes como uno a menudo interpreta los términos As, Os, ni tampoco nociones como “santo”, “fuerte”, “corajudo” sino como una marca de cualidades y rasgos específicos del carácter de la gente, una medida de su visión del mundo y su cultura, una de las más tempranas e impresionantes representaciones del Homo Sapiens”. Fue tan lejos como para afirmar que el “término As enfatiza tanto el carácter como la sabiduría de un grupo étnico, el cual ha sido concedido por la naturaleza, la evolución y una disposición genética para el desarrollo de cualidades psíquicas supremas:–intelecto, pensamiento, discurso y similares”. De acuerdo con esto escribió sobre las presuntas “increíblemente altas virtudes (naturales)” de los osetos, quienes las heredaron de los escitas[46] . Por contraste, argumentaba que los portadores del nombre “alano” carecían de una cultura y una moralidad superiores, eran demasiado agresivos y exhibían numerosos prejuicios. Además sostenía que en la temprana edad media, los Asses y los Alanos habían estado constantemente en guerra entre sí como los portadores del Bien y del Mal respectivamente[47]. Evidentemente, su razonamiento revivía una aproximación racial que hoy en día genera respeto entre algunos sectores de la población oseta.
De todas maneras las autoridades norosetas han declarado que hay continuidad entre los alanos y los osetas, idea que incluye el reclamo de la herencia alana, en particular el territorio. Vale la pena mencionar que esto ocurría justo después del sangriento enfrentamiento oseto-ingushi de finales de 1992, lo que hizo a los osetos dramatizar la defensa de la integridad territorial de la República como una reacción popular frente a la disolución y desaparición [48]. Además la esperanza de unificación con Surosetia no fue dejada de lado y su inclusión en Georgia fue visto como una “política antinacional”[49].
Consecuentemente todos los esquemas etnogenéticos, que fueron construidos y usados por los nacionalistas osetas, no pueden evitar la cuestión territorial. Además, siguen buscando evidencias de primitivos estados iranios tanto en el norte del Cáucaso como en regiones vecinas. Implícitamente, uno puede encontrar todas estas motivaciones en el libro del etnólogo oseto Alan Chochiev, que argumenta que “las etnias escito-nartiana-as existió persistentemente en la región (entre la Crimen y el río Don, y en el norte del Cáucaso)” y rastrea que una suerte de estado iranio existió permanentemente allí aunque no siempre bien documentado [50]. Esto fue enfatizado por el nuevo emblema suroseto combinando el hacha de batalla Koban y la marmita de oro escita con la esvástica aria (fig. 2), este último diseño obviamente prestado de Asia Oriental. Así se hizo evidente en los ’90 que la popularidad del mito alano estaba basado principalmente en la mal nacida cuestión territorial[51]. Vale la pena mencionar que había advertencias tanto en Norosetia[52] como en Chechenia-Ingushetia[53] contra el uso de historia antigua para reclamos territoriales. Sin embargo, fueron totalmente ignoradas por la opinión pública. Por cierto, una directa continuidad entre los alanos y los osetos es unánimemente percibido tanto por los osetos como por sus vecinos como una legitimación de la soberanía de Norosetia sobre todas sus tierras dentro de sus fronteras. Por ejemplo, esta aproximación se demostró en el artículo titulado “Noroestia en el cruce de dos épocas” (1990), que irritó a los ingushis. Por cierto, el relato de el retiro de los alanos a las tierras altas a causa de la invasión mongol en el siglo XIII reclama que esos dramáticos eventos no afectaron a los ancestros ingushis, que supuestamente vivían en las montañas y afortunadamente evitaron todos los problemas. Desde entonces, este argumento se ha hecho popular en la propaganda oseta[54].

[1] “Iraf” es el nombre de un popular lugar en la región Digor. Llevan este nombre un río local, una montaña y una unidad administrative. [
2]
13 L.K. Gostieva and A.B. Dzadziev, eds., Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy 1990-1994 gg. Ocherki. Dokumenty. Khronika (Moscow: Ts IMO, 1995), vol. 1, pp 30-31; vol. 2, pp.255-260.
[3] Por ejemplo, ver N. Dzhusoity, “Esli ne lukavit’...,” Severnaia Osetiia (14 July 1992).
[4] V. Mality, “A real’nost’ – pod bokom, k chemu teleskopy,” Severnaia Osetiia (17 March 1994), pp. 2-3. Hoy este punto de vista es compartido por el filósofo de origin digor, A.K. Hachirty. Ver A.K. Hachirty, Alanika – kul’turnaia traditsiia (istoriko-kul’turnoe issledovanie) (Vladikavkaz: Iryston, 2002), pp. 110-111.
[5] Vale la pena remarcar que, como muchos testigos confirman, los digors eran “los más revolucionarios de todos los osetos” y los más activos militantes de la autonomía oseta en 1923. Ver A.L. Letifov, Istoricheskii opyt natsional’no-gosudarstvennogo stroitel’stva na Severnom Kavkaze(Makhachkala: Dagestanskoe knizhnoe izdatel’stvo, 1972), pp. 70, 72-73.
[6] G.F. Turchaninov, Pamiatniki pis’ma i iazyka narodov Kavkaza i Vostochnoi Evropy (Leningrad: Nauka, 1971), p. 44; idem, Drevnie i srednevekovye pamiatniki osetinskogo pis’ma i iazyka (Vladikavkaz: Ir, 1990), pp. 9, 49-51.
[7] Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 2, p. 255.
[8] A.K. Hachirov, “Kto my? Eshcho raz o natsional’nom samosoznanii,” SotsialisticheskaiaOsetiia (12 November 1989), p. 6; Hachirty, Alanika, p. 53. 
[9] 19 20 T.A. Guriev, “Potomok skifo-sarmatskikh narechii,” Sotsialisticheskaia Osetiia (12 October 1989), p. 3. Los himnos de Zind-Avesta son los textos sagrados del Zoroastrismo en la Antigua lengua iranio. 
[10] Sin embargo, olvidó mencionar que, habiendo emergido con el concepto de raza casi a fines del siglo XIX, el término “arios” fue crecientemente usado por europeos racistas y antisemitas para su propaganda chovinista. Ver Leon Poliakov, The Aryan Myth (New-York: Basic Books, 1974). Tampoco tomó nota de que al comienzo del siglo XX el término “arios” fue retomado por los nacionalistas radicals hindúes que apoyaron más tarde a Hitler. Ver Nicholas Goodrick-Clarke, Black Sun. Aryan Cults, Esoteric Nazism and the Politics of Identity (New York: New York University Press, 2002), pp. 91-95. Se tiene aue tener en cuenta que el “mito ario” también es usado en la propaganda chovinista rusa en la actualidad. Ver V.A. Shnirelman, Intellektual’nye labirinty. Ocherki ideologii v sovremennoi Rossii (Moscow: Academia, 2004), pp. 123-225. 
[11] For the Karachai and Balkars’ claims to the Alan legacy see, Victor A. Shnirelman, “Fostered Primordialism: the Identity and Ancestry of the North Caucasian Turks in the Soviet and Post-Soviet Milieu,” Hayashi Tadayuki, ed., The Construction and Deconstruction of National Histories in Slavic Eurasia (Sapporo: Slavic Research Center, Hokkaido University, 2003), pp. 69-70, 74-79. 
[12] T.A. Guriev, “Alany, asy, oseniny,” Sotsialisticheskaia Osetiia (12 April 1991), p. 3.
[13] F.Kh. Gutnov, “Kto my rodom? Iz etnicheskoi istorii alan,” Sotsialisticheskaia Osetiia (3 November 1990); idem, Srednevekovaia Osetiia (Vladikavkaz: Ir, 1993), pp. 9-13. 25 A.A. Ramonov, “Na ravnykh,” Severnaia Osetiia (9 July 1992). 
[14] P. Kudzaev, “Postav’te pamiatnik alanam,” Sotsialisticheskaia Osetiia (8 November 1990), p. 4. 
[15] K.G. Sozaev, Kto my rodom: osetiny ili alany? (K istorii proiskhozhdeniia etnonomov osetinskogo naroda) (Vladikavkaz: SOGU, 2000), pp. 4-6, 77. 
[16] Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 1, pp. 57-58; vol. 2, pp. 63-64; L.K. Gostieva, A.B. Dzadziev, A.A. Dzarasov, “Severnaia Osetiia ot vyborov do vyborov (1993-1995),” en M.N. Guboglo, ed., Razvivaiushchiisia elektorat Rossii. Etnopoliticheskii resurs, vol. 3, Vybory-95, vyp. 2 (Moscow: TsIMO, 1996), pp. 120-121. 
[17] For example see, Guriev, “Alany.” 
[18] V.A. Kuznetsov, “Vzgliad skvoz’ veka i gody,” Sotsialisticheskaia Osetiia (1 July 1989); idem, “Osetiia ili Alaniia?” Sotsialisticheskaia Osetiia (23 November 1990), p. 3. 
[19] A.A. Tsutsiev, “Nekotorye predposylki i factory osetino-ingushskogo konflikta,” Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 3, p. 45; Gostieva, Dzadziev, Dzarasov, “Severnaia Osetiia ot vyborov,” p. 121. 
[20] For example see, Sozaev, Kto my rodom, pp. 23-24. [
21] V. Baskaev, “Istoriia ne vosprinimaet ambitsioznosti (beseda s V.A. Kuznetsovym),” Fydybæstæ 5 (October) (1995); Sozaev, Kto my rodom, p. 73. 
[22] Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 2, pp. 76-79. 
[23] Z.G. Isaeva, “Onomastika kak zerkalo etnokul’turnykh integratsionnykh protsessov,” in Kh.Kh. Khadikov, ed., Natsional’nye otnosheniia i mezhnatsional’nye konflikty (Vladikavkaz: SOGU, 1997), p. 377; Sozaev, Kto my rodom, p. 73. 
[24] Kuznetsov, “Osetiia ili Alaniia?”; Baskaev, “Istoriia ne vosprinimaet.” 
[25] K. Chelekhsaty, ed., Osetiia i osetiny (Vladikavkaz: Ir, 1994), pp. 16-19. 
[26] V. Saprykov, “Simvoly Severnoi Osetii – Alanii,” Nauka i zhizn’ 9 (1995), pp. 27-29. 
[27] A.Kh. Galazov, “O verolomnoi agressii ingushskikh natsional-ekstremistov i merakh po obespecheniiu bezopasnosti, zakonnosti i pravoporiadka v Respublike. Doklad na vosem nadtsatoi sessii Verkhovnogo Soveta Severo-Osetinskoi SSR 10 noiabria 1992,” Severnaia Osetiia (11 November 1992). For that also see, Tishkov, Ethnicity, p. 15. 
[28] A.M. Tsaliev, D.A. Kelekhsaev, Istoki nerushimoi druzhby (Vladikavkaz: RIPP imeni V.A. Gassieva, 1996), pp. 9-11. Los ingushis tomaron estas celebraciones como un desafío al pueblo ingushi. Ver, B.U. Kostoev, Predannaia natsiia (Moscow: Gumanitarnyi fond Ingushetii, 1995), p. 28; R.Sh. Albagachiev, M.A. Akhil’gov, Znat’ i pomnit’... (Moscow-Nazran’, 1997), pp. 440-443. 
[29] Hachirty, Alanika, p. 53. 
[30] For example see, “O vosstanovlenii natsional’no-politicheskoi i territorial’noi tselostnosti Osetii,” Severnaia Osetiia (21 December 1991); “Obrashchenie pisatelei k osetinskomu narodu,”Severnaia Osetiia (1 April 1993). 
[31] “O vosstanovlenii”; Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 2, pp. 55-56, 60-62; 95-96; M.M. Bliev, Osetiia, Kavkaz: istoriia i sovremennost’ (Vladikavkaz: SOGU, 1999), p. 329. 
[32] Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 3, pp. 176-179. 
[33] A.Kh. Galazov, “Iz osnovnykh napravlenii programmy A.Kh. Galazova,” Severnaia Osetiia (11 January 1994), p. 2. Aunque la idea no era de ninguna manera popular entre los osetas. Para esto ver, Kh.V. Dzutsev, “Etnopoliticheskii konflikt v Severnoi Osetii i vokrug nee,” V tumane nad propastiiu (Vladikavkaz: Ir, 1994), p. 92. 
[34] Gostieva, Dzadziev, Dzarasov, “Severnaia Osetiia ot vyborov,” p. 130. 
[35] Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 1, pp. 57-58. 
[36] T.A. Guriev, “Reshenie voprosa otkladyvat’ nel’zia!” Severnaia Osetiia (24 August 1994), p. 2. 
[37] T.A. Guriev et al., “Vo imia edineniia,” Severnaia Osetiia (1 September 1994), p. 2. Also see, Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 2, pp. 252-253. 
[38] D. Bal’burov, “Gorod ingushskogo solntsa,” Moskovskie novosti (14-21 December 1997); Sozaev, Kto my rodom, pp. 44, 75-76. 
[39] Sozaev, Kto my rodom, p. 48. 
[40] A. Tsaliev, “Ob osnovnom Zakone i nazvanii Respubliki,” Severnaia Osetiia (5 August 1994), p. 2; L. Kelekhsaev, “Poznaetsia v sravnenii,” Severnaia Osetiia (6 September 1994), p. 2. 
[41] Gostieva, Dzadziev, Severnaia Osetiia: etnopoliticheskie protsessy, vol. 1, pp. 259-267. Bajo circunstancias un tanto diferentes el nombre de Irán fue restaurado en 1934, en lugar de Persia, por Shah Riza Pahlavi quien sostenía que los “iranios” era “arios puros”. 
[42] Saprykov, “Simvoly Severnoi Osetii.” 
[43] I. Yesiev, “Interes deistvitel’no vsenarodnyi,” Severnaia Osetiia (7 September 1994), p. 2. 
[44] Sozaev, Kto my rodom, p. 76. 
[45] Z. Aboev, “Zavtra budet pozdno,” Severnaia Osetiia (12 November 1993), p. 3. 
[46] Sozaev, Kto my rodom, pp. 81-84. 
[47] Ibid., p. 90. 
[48] Por ejemplo ver, Bliev, Osetiia, Kavkaz, p. 322. 
[49] “Severnaia Osetiia: problemy dnia,” Fydybæstæ 4 (August, 1995). Para más detalles ver, Victor A. Shnirelman, Voiny pamiati: mify, identichnost’ i politika v Zakavkazie (Moscow: Akademkniga, 2003), pp. 469-470. Este asunto se puso realmente candente en junio de 2004 cuando, bajo la amenaza de una posible invasión georgiana, las autoridades surosetas se dirigieron a Rusia para que adoptase bajo su soberanía a su no reconocida república. A resultas de ello, Georgia y Rusia estuvieron al filo de la guerra en Julio de 2004. (El actual enfrentamiento bélico entre Rusia y Georgia tiene este inmediato antecedente. JFB) 
[50] A.R. Chochiev, Narty-arii i ariiskaia ideologiia (Moscow: Akalis, 1996), p. 251. 
[51] V.A. Shnirelman, “Bor’ba za alanskoe nasledie (etnolopiticheskaia podopleka sovremennykh etnogeneticheskikh mifov),” Vostok 5 (1996), pp. 100-113; E.D. Muzhukhoeva, Alany. Anania. Maghas,” Ingushetiia (30 April 1997), p. 3. 
[52] V.A. Kuznetsov, “Ob obshchestvenno-politicheskoi situatsii v respublike,” Sotsialisticheskaia Osetiia (19 September 1990). 
[53] Ia.S. Vagapov, “Chechen’ i Chechnia,” Respublika (6 June 1991). 
[54] For example see, Ia. Tamarin, V. Zemfirov, “Istoricheskaia spravka o g. Vladikavkaze i Prigorodnom raione Severo-Osetinskoi SSR,” V tumane nad propastiiu, p. 13.