28 de julio de 2011


El Frente Nacional y Popular le ganó al Frente Progresista

Santa Fe

Si los candidatos presidenciales de la oposición se embriagan con el festejo de los estrepitosos fracasos kirchneristas en la Capital, Santa Fe y Córdoba, es muy probable que dentro de apenas 20 días se despierten con la resaca implacable de una derrota propia. (Martín Rodríguez Yebra, La Nación, 26 de Julio de 2011)

Como ya se sabe, La Nación no escribe para la gilada. Su función es alertar y orientar al establishment económico, político y social del país para que tome las decisiones correctas y necesarias. De ahí la importancia de la cita con que comienza esta nota. Lejos de los chisporroteos y fuegos de artificio mediáticos tendientes a confundir el análisis, el periodista de La Nación pone en negro sobre blanco el verdadero y real panorama electoral de la Argentina.

Las elecciones de Santa Fe tuvieron un sólo e importante perdedor: el oficialismo provincial que bajó casi diez puntos desde la última elección, siendo alcanzado por un candidato de la farándula miamera. Perdió el control del congreso provincial, en ambas cámaras y las intendencias se repartieron entre los candidatos del Frente Progresista Cívico y Social y los del Frente Santa Fe para Todos. Por su parte el candidato Miguel Del Sel, si bien logró un sorprendente segundo puesto, el mismo no significa ninguna modificación de la relación de fuerzas en la política santafesina. Pasados los quince minutos de fama del candidato mediático, las fuerzas que en ella se expresaron -disímiles y contradictorias- se disolverán en la política real. Como lo ha expresado el viejo amigo y compañero santafesino Hugo Stratta, en unas interesantes reflexiones escritas quince días antes del comicio: “El midachi expresa una corriente del liberalismo portuario de ingrata e infausta tradición en nuestro país. En lo ideológico se espeja en Macri, cuyas definiciones políticas apuntan a que hay que reinsertar a la Argentina en el mundo, etc. Por ello, creo que va a ser ave de paso en la política local. Ha usado los cuadros prestados por la Fundación Libertad de Rosario - cenáculo que concentra lo mas cerril del liberalismo antinacional - y algunos gajos del justicialismo - prestados por Duhalde en la torpe utopía de alcanzar el poder, sin programa, sin política y de la mano de Macri-”.

El candidato a gobernador del Frente Santa Fe para Todos, Agustín Rossi, fue una de las figuras de mayor exposición pública durante el embate desestabilizador contra la ley 125 de la presidenta Cristina. Baste recordar las cobardes agresiones sufridas en la localidad de Laguna Paiva, el 3 de febrero de 2009, y en Reconquista, el 23 de mayo del mismo año, por parte de patotas integradas por ricos productores sojeros envalentonados por el anonimato y el número. Fue un candidato que sostuvo con firmeza la política del gobierno nacional y con ello ganó en las internas del PJ. La incorporación como primer diputado nacional de Omar Perotti, identificado con los sectores opuestos a Rossi, no alcanzó para que su candidatura atrajese la totalidad de los votos peronistas.

Pero la lista de diputados encabezada por María Eugenia Bielsa, en la que se reflejan las distintas tendencias del peronismo santafesino, conquistó un resultado que deja en claro la posibilidad de crecimiento de una política que, expresando su coincidencia estratégica con la Casa Rosada, sea capaz de integrar a la mayor parte del sistema de fuerzas nacionales.

En la nota antes citada, Hugo Stratta reprocha el tono de la campaña del candidato a gobernador del Frente Santa Fe para todos: “Una ojeada al debate de los candidatos a gobernador y algunas sensaciones, sin ser un analista político ni un encuestador, me llevan a pensar que en las próximas elecciones los errores que ha cometido Rossi - en mi opinión, por supuesto - lo llevan inexorablemente a perder por bastante margen con Bonfatti y también a que Del Sel realice una muy buena elección, no se si para sacarle el segundo puesto a Rossi.

Los ejes utilizados por Rossi, han sido en muchos casos - no en todos - plantear que Bonfati era una especie de Muñeco parlante de Binner, es decir un segundón. A mi parecer el socialismo y sus socios radicales en Santa Fe han realizado un mal gobierno, que da lugar a la existencia de muchisimos flancos que un candidato con intención de alcanzar el poder en la provincia debería haber atacado. El engrosamiento de la administración, el déficit del presupuesto, el intento de aumentar alevosamente los impuestos, la demora de obra publica imprescindibles planificados por el anterior gobierno peronista, y hoy leyendo El Litoral se cae su supuesto progresismo en materia de Salud Pública (recomiendo leer las renuncias de un neurocirujano y un traumatólogo en el Hospital Reconquista). (…) Y se ha enredado en una discusión frontal con el Midachi, "el payaso" Torres del Sel, que en mi opinión no es el enemigo a vencer y no porque sea amigo”.

Y continúa Stratta caracterizando políticamente al oficialismo:
“En tanto que el socialismo expresa al detritus mas concentrado de la clase media santafesina, gorila, antinacional, antiobrera y anti cabecitas negras, cuya filiación en el juanbejustismo es una carta de presentación que exime de mas análisis. Su máximo exponente - Binner - se ha manifestado como un personaje proclive a adular a la clase media agraria enriquecida por los aumentos de los comodities, sin pensar en una política industrial (tengo material donde tuvo que ser corregido por su actual ministro de economía, Sciara, ya que había prometido liberar al dólar, eliminar las retenciones, etc)”.

Estos sectores sufrieron un profundo menoscabo en los resultados del domingo. Tendrán que gobernar con un parlamento adverso y enfrentados al gobierno nacional. Binner deberá conformarse con una candidatura presidencial simbólica y perdedora, mientras el partido Socialista de Santa Fe seguirá en manos de un Giustiniani enfrentado al gobernador electo.

Por su parte, María Eugenia Bielsa, triunfadora en las elecciones al congreso provincial tendrá sobre sus hombros la responsabilidad de reencolumnar a las fuerzas dispersas, negociar con los distintos sectores del peronismo provincial y del resultado de ello dependerá su aparición como una nueva conducción de las fuerzas nacionales y populares santafesinas.
En suma, como muy bien lo ha visto el columnista de La Nación, las elecciones santafesinas tienen un marcado carácter provincial. No se puso en juego la política nacional, sino que lo que se hizo evidente es la importancia que, de una u otra manera, sigue jugando el peronismo y su sistema de jefaturas locales, que expresan la complejidad de fuerzas e intereses que constituyen un frente nacional y popular. La unilateralización de un polígono tan complicado, su reduccionismo, genera, necesariamente, respuestas adversas y un llamado de atención.

Buenos Aires, 26 de Julio de 2011

2 comentarios:

Lic. Faustino Velasco dijo...

Hola Julio:
¡Tanto tiempo!
Exacto ese concepto de que "La Nación no escribe para la gilada":
es el manual esclarecedor para la gran burguesía y la neo oligarquía.
Hay un personaje que todos conocemos y que considero que se ha convertido en el adalid del intento de unir a la oposición: Mariano GRONDONA.

Anónimo dijo...

Comparto en gran medida, el socialismo perdió 200mil votos, 100mil de ellos en Rosario, y la tercera ciudad de la provincia, además de que su candidato a presidente está al límite biológico para reeditar la candidatura en el 2015. Además se fortaleció el radicalismo en Rosario, Santa Fe y el interior lo que lo deja al borde de disputarles la conducción de la unión democrática santafesina. Lo que sí creo que Giustiniani va a perder el partido el próximo año y probablemente eso abra una escición que los siga debilitando a nivel nacional. Algunos puntos más de mi análisis: http://cimarronpampa.wordpress.com/2011/07/26/santa-fe-las-mascaras-y-los-resultados-electorales/