4 de abril de 2011

El discurso de Cristina en Río Gallegos este 2 de Abril

No hubo muchos comentarios ni en la prensa opositora ni en la oficialista, pese a que el 2 de abril de 2010 deberá ser recordado como la jornada en la que la máxima autoridad del Estado argentino, elegida democráticamente por el voto popular, asumió, en su totalidad y sin ambages, la Gesta de Malvinas como la gran causa nacional.

Tuvieron que pasar 29 años y cinco presidentes surgidos del voto popular, para que, desde Río Gallegos, en la Patagonia a la que pertenecen nuestras islas, Cristina Fernández de Kirchner estableciera un principio político que es con el que se ha regido la Izquierda Nacional desde el 2 de abril de 1982.

Afirmó Cristina, el sábado pasado: “Nosotros -y cuando hablo de nosotros hablo de los argentinos- debemos saber diferenciar las cosas que ocurrieron, poder separar quienes gobernaban bajo formas no democráticas, del hecho en sí que es el ejercicio de la soberanía nacional y el rechazo al colonialismo que aún avergüenza a la humanidad en el siglo XXI”.

Jorge Abelardo Ramos escribió,por ejemplo, poco después del 2 de abril, a propósito del desagrado que la Guerra de Malvinas produjo en algunos demócratas que no vacilaron en llamarla ilegítima: “Pero cuando está en juego el suelo de la patria, sólo un cipayo puede preguntarse si el gobierno que conduce la guerra le gusta o no. Si San Martín hubiese renunciado a luchar contra el Imperio español al descubrir a su llegada a Buenos Aires la catadura de Rivadavia y Pueyrredón, quizás seríamos todavía subditos del rey de España”. Y en general, el conjunto de los hombres y mujeres formados en la Izquierda Nacional hemos reivindicado, muchas veces contra la incomprensión y el silencio del establishment de derecha e izquierda, el carácter nacional, patriótico de la reconquista de Malvinas. Nos negamos sistemáticamente, enfrentándonos al progresismo porteño, a confundir el legítimo y necesario ejercicio de nuestra soberanía, incluso con el uso de la fuerza militar, con la naturaleza político-social del gobierno que la llevaba a cabo. Decía Ramos, en aquel artículo: “No tengo benevolencia hacia Galtieri ni hacia ninguno de sus colegas anteriores o posteriores. Pero comprendo muy bien a la partidocracia sucesora de Saturnino Rodríguez Peña (aquel que ayudó a escapar al general Beresford, cuando la primera invasión inglesa). No falta entre ellos quienes proponen el día 2 de abril como día de luto”.

Ese derrotismo proinglés disfrazado de democratismo ha sido condenado explicitamente por la Presidenta. Cristina no sólo estableció un principio general de patriotismo, que desde hacía tiempo no se escuchaba de boca de un presidente argentino, sino que fue mucho más precisa. Afirmó que esa reivindicación debía hacerse incluso cuando ese gobierno nos persiguiese, nos metiese presos o intentase quitarnos la vida. Dijo Cristina: “Tan es así, tan está hecho carne, por lo menos adentro nuestro, de quien fuera mi compañero y de esta Presidenta, esta situación, que también debo contarles -y algunos lo recordarán- que también durante esos meses en los cuales en Río Gallegos no se movía una mosca sin que fuera absolutamente controlado, porque era necesario, también se produjo un atentado contra el estudio en el cual mi compañero y yo ejercíamos nuestra profesión.

Sin embargo, eso nunca nos llevó a confundir las cosas, porque es imprescindible que los hombres y mujeres que tenemos responsabilidades institucionales y también todos los argentinos, aprendamos, hagamos el duro aprendizaje de poder diferenciar las cosas y saber comprender que la patria y sus derechos están por sobre toda otra cualquier circunstancia o episodio que nos haya tocado vivir a cada uno de nosotros”.

Con estas palabras, alejadas tanto del buen pensar ramplón como de la tremebunda retórica izquierdista, la presidenta ha hecho una trascendental obra de docencia política. Ha puesto punto final a todas la teorías sobre la “ilegitimidad”, la “inoportunidad” o “el aventurerismo” de la Guerra de Malvinas. Con sus palabras ha remalvinizado a la política argentina, proponiendo a los argentinos los superiores derechos de la Patria por sobre las meras circunstancias institucionales. Ha puesto un abismo de distancia entre su visión estratégica, no sólo sobre Malvinas sino sobre el conjunto de los grandes objetivos nacionales, y la mirada calculadora y sumisa ante el poder imperial de quienes juzgan con reservas y un supuesto derecho de inventario aquellas heroicas jornadas.

Cristina ha reiniciado, con sus palabras y sus actos, las horas de gloria patria que los argentinos vivimos hace 29 años. La expresión democrática de la voluntad popular ha vuelto a reunirse con la voluntad de construir un país soberano en toda la extensión de su territorio.

Buenos Aires, 4 de abril de 2011

6 comentarios:

Lic. Faustino Velasco dijo...

Esta mañana un gran compañero y amigo me lo comentó: la VUELTA DE OBLIGADO y MALVINAS son 2 grandes temas nacionales en los que CRISTINA ha puesto sus ovarios definiendo que la PATRIA está ante todo.

Julio Fernández Baraibar dijo...

Así es. Ha seguido el consejo sanmartiniano, ni más, ni menos.

Antonio Miari dijo...

Para luchar por la soberanía debe primar la consigna del "pueblo en armas". La Patria nació con el Regimiento de Patricios y la unión de todos los sectores sociales que depusieron intereses e ideologías para construirla y amarla. CFK deberá definirse claramente en si es presidenta de todos los argentinos o solamente de los "progres". Parece bien encaminada. Dios la ilumine.

Marta dijo...

Tal cual, Julio. despues de casi 30 años de enfrentarnos con cipayos de izquierda y liberales de derecha, es la primera vez que un discurso presidencial pone las cosas en su sitio. Un motivo mas para ratificarnos en el apoyo a este modelo nacional y popular e insistir con enfasis : CRISTINA 2011 !!!
En la cena a la que fuimos invitados por los cros. de la Agrupacion "2 de Abril" tuvimos un durisimo intercambio con el Intendente de Roca, que persiste en llamar a la Gesta de Malvinas como "la aventura irresponsable dirigida por un borracho"

Anónimo dijo...

Ahora resulta q Galtieri no es un borracho ni un tortirador. A uds. los del FIP, si Trotsky viviera, los cagaría a patadas en el culo.
¡Saludos para monseñor plaza! jajajaa

Marta dijo...

Nosotros- los del FIP- no escribimos anonimos. Siempre henos dado la cara y lo seguimos haciendo, a lo largo de toda la historia de la IN en America Latina.
No puedo saber lo que haria Trotsky si viviera, pero si se lo que hizo y escribio en vida. En la pagina 228 de LA REVOLUCION PERMANENTE, leemos: "En una guerra entre la republica democratica imperialista civilizada y la monarquia barbara y atrasada de un pais colonial, los socialistas deben estar enteramente del lado del pais oprimido; a pesar de ser monarquico y en contra del pais opresor por muy democratico que sea".-