12 de diciembre de 2008

A propósito de un volante opositor en Venezuela



A propósito de un volante opositor en Venezuela

Este volante que la oposición ha puesto a circular pone de manifiesto no sólo el talento tabernario, sino el sistema axiológico de estos estudiantes para quienes la conducción de la nave del Estado de su propio país es asimilable a un concurso de belleza y, por lo tanto, sujeto al paradigma juvenil consumista según el cual las portadoras de tetas y culo caídos no merecen reconocimiento, no sólo estético, ponderativo o sexual, sino ningún tipo de reconocimiento.

Sistema axiológico que reivindica la fugacidad de la firmeza de los tejidos musculares por sobre la sabiduría, el aplomo, la serenidad, el conocimiento que da la vida y, sobre todo, la experiencia. Que equipara la brevedad anual de una reina de belleza, objeto tan sólo de deseo, portadora de una corona meramente formal, ya que su majestad se ejerce sólo en el mundo de las formas cuya expresión paradigmática es la ecuación 90-60-90, con la representación política y el destino de millones de feos y feas, sucios y sucias, malos y malas, desdentados y desdentadas, gordos y gordas, y de todo un continente bello y turgente desde la eternidad.
Sistema axiológico que reivindica per se la condición de estudiante, sin definir su adscripción política, sin precisar siquiera la materia de estudio, obviando la fugacidad de ese mismo status que finaliza con la graduación y por lo tanto desaparece como tal. Es decir, un estudiante socialista o conservador, será después de la graduación un médico, abogado, ingeniero, farmacéutico o podólogo socialista o conservador, y hasta puede que al revés. Pero un estudiante desadjetivado, como se presentan estos patanes, será simplemente un graduado desadjetivado, una mónada, un átomo en un universo atomizado, algo cercano a la nada. Su condición de estudiantes es tan inasible como la majestad de la reina de belleza, sólo depende de una convención que atribuye a ambas cualidades un valor autorreferido. Su autoridad deriva tan sólo de considerar que estudiar (grafología o física cuántica) y ser bella (según los cánones fijados normalmente por hombres que prefieren un abrazo masculino) tiene alguna importancia.
Hasta se podría pensar que una publicidad como ésta es algo así como un perverso un invento chavista. Lamentablemente no lo es. Es tan sólo una prueba de la perversión opositora.
Caracas, 12 de diciembre de 2008.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

MALDITO COMUNISTA COME MIERDA. ARGENTINO PAJUO. CÁLATE A TU PUTA CRISTINA, POPULISTAS DE MIERDA

Julio Fernández Baraibar dijo...

La respuesta a tu inteligente comentario te la ha dado tu propio pueblo este domingo. Que le vas a hacer...

Anyuletta dijo...

Para que el pueblo se los comió a ellos crudos a ellos.